Suelo desconfiar mucho del verso libre, dado mi amor a la métrica y a la rima consonante, pero citaré hoy un poema vanguardista del casi desconocido Emilio Díquinson, referido a la conmemoración del Día En Que Todo Cambió, efemérides que los medios apenas recogen, sumidos como están en la infodemia:
“Once Eme
Once Mierdas
Apocalipsis Absurdo
En el felpudo de la Historia
Terroristas Suicidas
Con tres capas de calzoncillos
Deteniendo la Guerra
Con la Guerra más Espantosa
Jueces perplejos
No saben cómo ocurrió
Y menos quién fué el Instigador
De la Cruel Matanza
De la Carnicería Estéril
Dieciséis años de Olvido
En el Silencio de las Sepulturas
En el sufrimiento de los Servicios de Rehabilitación
Y una sola desdeñada pista
En un aforismo romano:
¿QUI PRODEST?”
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