Intuyo que no hace falta haber sido
galardonado con el Nobel de Política, para afirmar que la democracia, tal como
la hemos conocido en los últimos cuarenta años, se acaba mañana a las ocho de
la tarde.
No sé si la que dará comienzo en 2016
será mejor o peor que la que hemos conocido: por un lado las personas “de edaz”
estamos una “miaja” alarmadas, en tanto que las personas jóvenes dan en
mostrarse entre escépticas y esperanzadas, ya que lo alcanzado no parece darles
muchas “prespectivas”. Yo, que tengo la edad, la fe y el entusiasmo de
Benjamin, el burro de “Rebelión en la granja”, no espero nada bueno de ningún
cambio, porque ya todos los cambios que se operan en mí, son para peor y
confundir lo exangüe de mi persona con lo agotado del modelo político que nos
habíamos propuesto, sin proponérnoslo, sería tramposo y ridículo, terrenos en
los que me suelo meter, pero hoy no tengo ganas.
Así que tomo prestado del Bollycao, una
de las influencias básicas de nuestro entorno cultural, el icono que adoctrinó
a una generación entera, el Toi, para decir, en esta tarde inusualmente tibia
gracias al cambio climático: “Toi Reflesionando”.
Y mañana contribuiré a desatascar o a
empantanar, a impulsar o a estropear, a encanallar o a enjuagar la historia con
mi humilde papeleta: que dios se apiade de nosotros y proteja nuestro consumo
navideño dizque en su honor…
Pues yo que tú me desflexionaria, que te puedes entumecer.
ResponderEliminarluis
Entu-
Eliminarmecido por la brisa estoy.
Se me olvidó añadir que el dibujo es original de Himphame, plagiando la bollydea con su enfermo cerebro y sus propias manos. Salu2.