En los tiempos, bastante pretéritos ya,
en que era impulsado por una moderada ambición ajedrecística, tuve la desgracia
de que cayera en mis grasientas manos un libro titulado “200 Celadas de
Apertura”, escrito por un tal Emil Gelenczei, de la colección Escaques,
ediciones Martínez Roca. Este libro, del que me empapé ávidamente, destruyó mis
ya escasas posibilidades de medrar en el mundo del tablero y quisiera
recomendar a cualquiera que se inicie en este difícil juego que ni se lo mire,
no vaya a incurrir en mi mismo error.
Estudiar celadas es un mal negocio: crees
que vas a terminar la partida en quince jugadas y toda tu estrategia queda
reducida a armar una trampa para ver si el adversario “pica”. En la práctica,
el adversario no suele picar y esquiva la celada, dejándote en una posición
inferior que tienes que manejar malamente durante el resto de la partida, hasta
que pierdes.
En el aspecto digamos recreativo, las
celadas que tienen éxito dan lugar a partidas muy breves llamadas miniaturas,
que son divertidas y tienen un falso brillo de espectacularidad, entretienen y
cautivan, pero preparan muy mal para el juego paciente, de maniobras
posicionales, de planes bien llevados a cabo que es con el que ganan las
partidas los buenos jugadores, los que saben.
Desoyendo mi propio consejo, incluyo hoy
una de estas bonitas miniaturas que dejaré abierta para que el lector remate
con blancas la faena. Es un Gambito de Rey, emprendedora apertura que fue muy
popular en el siglo XIX y que hoy ha caído en relativo desuso.
Ward – Brown
1. e4 e5 2. f4
exf4 3. Cf3 f5?! Los
teóricos dicen que este contrataque es un poco prematuro y se rechaza con 4.
e5! ¿Qué es mejor? ¿Qué es peor? Si lo supiésemos ya no habría juego.
4. Ac4
fxe4 5. 0-0 exf3
6. Dxf3… El blanco en dos jugadas
ha regalado dos maderas, un peón y un caballo. En el juego de hoy en día nadie
despliega estos atrevimientos tan arriesgados.
5…
Ac5+ 6. d4! Axd4+
7. Rh1… El blanco ha regalado
otro peón para abrir líneas de ataque. En este momento, según los análisis del
programa Fritz, está perdido por la desventaja material pero, claro, hay que
jugar.
7… d6 8. Axf4
Cf6 9. Cc3 Ag4? Ésta
es la cagada que, tarde o temprano, comete el que juega sometido a tanta
presión: el negro se ha creído, el pobre, que puede contraatacar y le va a caer
la del pulpo. Según Fritz la cosa no estaría tan chunga sacando el caballo de
dama o haciendo 9… De7.
8. Tae1+
Rf8 9. Dd5!! ¡Cómetela y estás muerto! Si 9… Cxd5 10. Axd6+ Rg8
11. Axd5+, seguido de mate. O sea que hay que defender la amenaza en f7.
9…
Dd7 10. Dxd4 Cc6
Ahí lo tienes. Todo tuyo. Precioso y
fácil remate: las blancas dan mate en 3. Imparable. Breve y espectacular
partida, escasamente didáctica eso sí.
Ah, y antes de que se me olvide, las
soluciones a los mates de la entrada anterior:
Mate en 3: 1.Ce7+ Rh8 2.Dxh7+ Rxh7
3.Th3#
Mate en 4: 1.Axd5+ cxd5 2.Dxf8 Rxf8 3.Tc8+ Ad8
4.Txd8#
Mate en 5: 1. Dxf7+ Txf7 (Si 1… Rh8
2.Dg8+!) 2. Axf7+ Rh8 3.Te8+ Axe8
4.Txe8+ Cf8 5.Txf8#
Subo también una curiosa tira que me
envió un amigo en un comentario:
No hay comentarios:
Publicar un comentario