miércoles, 23 de abril de 2014

Matemáticas Y Diversión 9. La Pandilla Helena

Creo haber consignado ya que el horror que todos los estudiantes de secundaria experimentan hacia la geometría es, no por infundado, menos contundente. De este agresivo rechazo, sólo se desmarcan una minoría de elegidos, escogidos por los demás con la poco acreditativa etiqueta de empollones. Seres incomprensibles y marginados que saben calcular el área de un triángulo o la longitud de una circunferencia sin consultar en Wikipedia.

Hace ya más de 20 años, un alumno particularmente visionario me dijo: “las matemáticas no sirven para nada, de no ser que vayas a trabajar en un Bingo”. Legisladores y expertos, más o menos con las mismas opiniones, inclinaciones y aptitudes que el mencionado alumno, diseñaron la LOGSE, reforma educativa donde, por fin, las matemáticas quedaron relegadas al tercer o cuarto plano formativo, entre las incompetencias más perdonables.

Yo seguí hablando con entusiasmo a mis alumnos de secundaria de aquella pandilla de griegos que, dibujando con un palo en el duro suelo de tierra polvorienta, descubrieron casi todo lo que conocemos hoy de geometría elemental, pero ya sabía que tenía la batalla perdida: les estaba hablando de unos chiflados y, la mayoría, tuvieron el buen sentido de hacerse de letras, que son más fáciles y se titula igual. Tales de Mileto, Pitágoras y el resto de la cuadrilla, supongo que fueron alegremente olvidados: los legisladores estaban enfrascados en la Educación para la Ciudadanía y los legislados, como siempre, en ir tirando.

En una Olimpiada Matemática para alumnos de 2º de ESO, por aquellas fechas, salió este curioso y breve enunciado, inspirado en las travesuras de aquellos remotos griegos:


A mí me pareció muy sencillo e intenté trabajarlo en clase. Dentro de dos semanas, os daré la solución. En otra ocasión, y siempre en 2º de ESO, traté de embarcarme en el siguiente problema: dado un octógono regular de 2 cm de lado, calcular su área. Algo tan conciso provocó malestar en los alumnos, que ya se olieron la tostada: “El área del octógono regular, ¿no es perímetro por apotema partido por dos?” “Sí”. “Bueno, pues 2 x 8 = 16, así que 16 cm es el perímetro, pero tienes que darnos la apotema”. “Ah, eso, queridos, el gran Pitágoras os ayudará a calcularlo fácilmente”. No tan fácilmente y os invito a hacerlo. De mis muchas camadas de alumnos, sólo uno llegó a la solución sin ninguna clase de ayuda. Que la fuerza te acompañe.

Octógono con sus 20 diagonales
convertido en un motivo coloreado
Por cierto, en la entrada anterior, la serie la forman los números 1, 2, 3, 4 y 5, apoyados ante el espejo. Seguirá el 6, que más o menos, tiene esta pinta:

 
Nos vemos.
 

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