miércoles, 1 de abril de 2015

1º De Abril, Día De La Victoria

Es una verdad más sobada que sabida, que la historia la escriben los vencedores. “Vae victis”, ay de los vencidos escribieron los romanos. En nuestra época, el vencido suele alcanzar como mínimo la categoría de asesino genocida. Sin un asomo de recato, el vencedor dice, por ejemplo, que las bombas atómicas que convirtieron en vapor a vaya usted a saber cuántas decenas de miles de asesinos genocidas, en Hiroshima y Nagasaki, tuvieron el beneficioso efecto de salvar un número incalculable de vidas.

Yo, con la ignorancia más arrogante de la que soy capaz, acostumbro a sustentar la opinión de que la Historia no nos enseña absolutamente nada. Nada que pueda servirnos en los inciertos presentes de nuestras perras vidas y, con la frivolidad y desenvoltura que caracterizan a este blog, voy a rememorar una fecha histórica, antaño festiva y que, a día de hoy, ya no significa nada en este desmemoriado vecindario que, si algo celebra en estos momentos, es la “operación salida” de la mano de Tráfico, felices vacaciones, paisanos.

Hace 76 años, allí donde sonara una radio, se pudo escuchar, entre el crepitar, los crujidos y el pedorreo de las interferencias, el siguiente y lapidario mensaje

"En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado ". El Generalísimo, Franco. Burgos, 1 de abril de 1939.


Durante los 36 años siguientes, el día pasó de festividad a simple conmemoración, los desfiles y otras celebraciones militares, religiosas y políticas, viraron del entusiasmo a la rutina y, a partir de 1975, con la muerte del otrora Generalísimo y ahora simple dictador, un piadoso manto de silencio cayó sobre la fecha: vencedores y vencidos hermanados por una vergüenza tan unánime como pudorosa.


En estos momentos creo que ni un solo estudiante de la ESO debe de saber o siquiera sospechar este significado del 1º de abril: está tan lejos para ellos como las bárbaras festividades de los asirios. No obstante, como lo mío es dar la brasa, recordaré que, cuando yo iba a las escuelas nacionales, si no coincidía con las vacaciones de Semana Santa, como este año, éramos objeto de una oferta que no podíamos rechazar: un rotulito, una viñeta coloreada y la copia de un breve texto de la Enciclopedia Álvarez, constituían una tarea ligera y relajada que caía año tras año.

Bueno pues ni aun así me enteré de que el 1º de abril era el Día de la Canción. El Día de la Canción, ¿te lo puedes creer? Y esto era bastante antes de lo de Massiel derrotando al favorito representante de la pérfida Albión, mientras los trilobites llevaban el compás. Tampoco Eurovisión es lo que fue, ¿habrá tarareado en el Paraíso el Caudillo la tonadilla de la mujer barbuda?


Nadie recuerda, pues, el Día de la Canción y eso que, a comienzos de los setenta creíamos que Franco y su régimen eran eternos… Corría un bonito chiste sobre el futuro y los discursos de Franco:

1988. “Españoles, os hablo desde el pulmón de acero…”

1999. “Españoles, os hablo desde la derecha del Padre…”

2015. “Españoles, muerto el Padre, asumo el mando…”

2 comentarios:

  1. Qué tiempos, y yo que ni me enteré de que tras la muerte de Franco aún siguió el franquismo unos aňos. yo creía que había certificado su defunción el equipo médico habitual

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  2. Qué tiempos, y yo que ni me enteré de que tras la muerte de Franco aún siguió el franquismo unos aňos. yo creía que había certificado su defunción el equipo médico habitual

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