En
la entrada de fecha 8 de Marzo (del presente año), propuse a un inesperado
aprendiz de Sherlock Holmes que hubiera navegando por aquí a la deriva, en este
tumultuoso desierto digital, la resolución de un sencillo acertijo lógico, con
círculos de colores. Ahora consignaré la solución, útil en el dudosísimo caso
de que alguien le dedicase más de tres minutos y no lo hubiera acertado. Ahí
va:
Heme
de regreso pues, al casi olvidado mundo de las matemáticas básicas, mundo que
muchos consideran inextricable y tedioso, ¿o es un prejuicio ya superado? No
olvidemos que nos hallamos ante la que, según los medios de comunicación, es la
generación más preparada de la historia de nuestro país. Esto es así y lo
pueden certificar todos los profesores de Secundaria que sean encuestados,
tanto por medios afines, como por medios hostiles al Gobierno. Los afines dirán
que, pese a los necesarios recortes, los actuales estudiantes saldrán tan
preparados que dejarán, con sus logros, al Siglo de Oro convertido en un
ridículo quinquenio de baratijas. Los medios hostiles mostrarán su apenado
espanto, ante la oportunidad que se arroja por la borda, de convertir Silicon
Valley en un conglomerado de filiales de nuestras multinacionales del polvorón
y el mantecado. Unos y otros son conscientes, creo, del punto de gloria al que
nos han llevado, que tiene su epítome, su epifanía y su cumbre en las
oposiciones al profesorado de primaria en la Comunidad de Madrid (2011), con
las divertidas respuestas sobradamente difundidas.
No
es de extrañar, de este modo, que el estudio de las matemáticas parezca tan
abstruso, en el currículo moderno, como el de la heráldica o el latín y los
alumnos alcancen similar nivel en los tres campos de conocimiento. Si lo que se
propone es una guardería masiva con atención preferente a lo lúdico-recreativo,
cualquier materia que exija paciencia, esfuerzo y humildad, será vista con la
natural ojeriza por unas generaciones lo suficientemente preparadas como para
darle esquinazo.
Una muestra de nuestros logros tecnológicos |
No
obstante, mi misión, que yo mismo me he encomendado, es picar la curiosidad
reflexiva de alguien lo bastante despistado como para haber llegado hasta aquí.
Y hoy doy la brasa con dos enigmas lo bastante fáciles, como para salvaguardar
la autoestima de cualquiera que se detenga diez minutos. Por mucho que
pertenezca a la generación más preparada de la historia.
Uno:
cámbiese cada letra por la cifra adecuada, para conseguir que esta suma sea
correcta.
Dos:
averígüese cuántos ladrillos como el de la figura hacen falta como mínimo para
apilarlos formando un cubo.
Are you smart? (Maxwell Smart). Felices
pesadillas.
Entretenido, pero el cubo depende de si es sólido o hueco.
ResponderEliminarSólo había pensado en un cubo sólido. Hueco es un problema más difícil.
Eliminarun cubo sólido es de 30x30x30 y requiere 180 ladrillos, mientras que un cubo hueco y sin tapas de 20x20x20 requiere solo 40 ladrillos. Eso sí, luciría un agujero trasversal de 10x10x20
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