Como ya viene siendo costumbre, el 11 de
septiembre viene proporcionando en este triste y sórdido Estado Español, la
fugaz alegría de ver al campeón de los pueblos oprimidos del mundo organizar
algún tipo de pasacalle, desfile, happening, performance o cualquier otro acto
similar de marcado carácter hilarante y festivo.
Este año se han descolgado con la muy
vistosa y concurrida Vía Catalana Por La Independencia, cuyo éxito organizativo
parece indiscutible: impecables en atrezzo y vestuario, cómodo transporte y
esmerada intendencia, cuidadísimos escenarios y tramoyas. Al ver los reportajes
me acordé de la frase de Josep Pla cuando contempló por primera vez Nueva York
y su espléndida iluminación nocturna: “Y todo esto, ¿quién lo paga?” Porque
claro, una vez admitido por saturación el mensaje de que España roba a
Cataluña, algún dinerete debieron de ocultar bajo una rajola para financiar
este animado pasacalles.
Lo que ya no me queda tan claro es el
mensaje de este multitudinario picnic, por más que fuera coreado cientos de
veces por los enardecidos figurantes. Pessoa escribió estos versos que vienen
al pelo:
Se te queres matar, por que não te queres
matar?
Ah, aproveita! que eu, que tanto amo a
morte e a vida, Se ousasse matar-me, também me mataria...
Ah, se ousares, ousa!
Es decir: “si te quieres independizar,
¿por qué no te quieres independizar? ¡Ah, aprovecha! que yo que tanto amo la
independencia y la unidad, si osara independizarme, también me independizaría
¡Ah, si te atreves, atrévete!”
Esta estúpida paráfrasis mía no hacía ni
puñetera falta, pero hay tentaciones que soy incapaz de evitar. Señores
políticos representantes del ámbito territorial catalán: si de verdad quieren
separarse de este triste y sórdido Estado, indíquenlo sin lugar a equívocos en
sus programas electorales y si las urnas les dan la mayoría absoluta, proclamen
unilateralmente la independencia y hagan frente a las consecuencias políticas y
económicas de esta decisión (que militares, no creo que haya). Todo lo demás: el
derecho a decidir, la consulta soberanista, el federalismo asimétrico, una
gestión fiscal como la del País Vasco… son tácticas dilatorias y masturbaciones
políticas que, aunque bien es verdad que nos hacen pasar muy buenos ratos y nos
descojonamos de lo lindo, contradicen su aquilatada seriedad, nos desacreditan
a todos y nos van desgastando y enquistando en posiciones cada vez más
empobrecidas e insostenibles.
¿Cubalunya? ¿Catacuba? |
Por otra parte, tengo que reconocer que
este año se han superado, no sólo en la puesta en escena, sino en algunos de
los contenidos, siendo los más impactantes, dos ocurrencias que acreditan
cerebros creativos inusitadamente talentosos trabajando más al este del Noguera
Ribagorzana.
Una es la utilización de los niños, como
en la célebre Cruzada de los Niños, de 1212. Esta vez, en lugar de hacerlos
marchar al sur de Italia, se les hace marchar al sur de Cataluña para convertir
al independentismo a los infieles. Esperemos que estas tiernas criaturas no
acaben como aquéllos de la cruzada del siglo XIII, aunque opino que, de momento
ya han sufrido una cruel manipulación, hasta sus profesores les mienten…
aunque, claro, ¿quién no ha sido manipulado alguna vez? El vídeo que adjunto
habla por sí solo, así que me ahorraré decir que me parece espeluznante.
La otra es la comparación de la Vía
Catalana con la Marcha por los Derechos Civiles de Martin Luther King (risas).
Hombre, hay una pequeña diferencia social entre los negros víctimas de la segregación
racial en Estados Unidos y los catalanes que, en el Estado Español, rara vez
han pasado por situaciones parecidas: ¿Recuerdan el caso de Antonio Luque
Carmona, que tenía tres chachas catalanas faenando en su mansión, un chófer de
Mollerussa para llevarle al casino y treinta jornaleros de la misma etnia
recogiendo en el olivar sus aceitunas de sol a sol? ¿No? No me extraña, tal
situación creo que no se ha dado, en los últimos 50 años, jamás. Las ansias de
emancipación de la futura nación vecina, son como las de los padanos de la Liga
Norte Italiana: los ricos, con tanta automatización, ya no necesitan tantos jornaleros
pobres, que luego, cuando se jubilan y vuelven a su pueblo, hay que pagarles el
retiro (España nos roba para sus pensiones). Sí señores, si uno puede hay que
deshacerse de los pobres locales y apadrinar a un niño de Mali. Es mucho más
solidario.
Catalunya y la teoría del Espacio Vital o Lebensraum |
En cierto modo es educativo, el adoctrinar a los niños en las tonterías y absurdos de la generación de los padres, para que cuando maduren tomen sus distancias, y digan eso de "mira qué memo he sido". Claro que hay tanta gente que nunca madura más que en el mal sentido de la palabra...
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