Una buena dosis de arrogancia se necesita
si, como es mi caso, uno pone su empeño en perpetrar composiciones musicales y
pretende darlas a conocer, aunque sea en un círculo muy reducido. Es sabido que
los amigos se esfuman cuando vas a decirles que necesitas dinero, o que estás
deprimido y te hace falta apoyo moral, pero mi experiencia asegura que la
acción de esfumarse es más rápida y perentoria, cuando les comentas que tienes
un nuevo tema musical acabado y quieres que lo escuchen. Uno de ellos me dijo:
¿eres famoso? Pues cuando seas famoso, me lo dices y ya lo escucharé en la
radio. Cuando le dije a mi amigo el Resentido que me dedicaba a “componer temas
musicales”, me contestó: “en mi pueblo también hay un chalao, el que vende los
periódicos, que le dice al personal que él ha compuesto todas las canciones de
Michael Jackson y que se las copiaron sin darle nada…”
Así que me dedicaría a otra cosa, pero
está la arrogancia de por medio, que no me deja, y hoy aparezco con una especie
de experimento fallido: es muy difícil imitar con un secuenciador (el programa
Reason) a un conjunto de Rock, pero yo lo intento por enésima vez: dos
guitarras, un órgano, un bajo y una batería, todo emulado, claro. Y como no me
acaba de salir, plancho el estribillo con una secuencia electrónica,
proponiendo una inarmónica e imposible fusión, un mestizaje disparatado. No sé
qué significa, pero lo pasé muy bien. Eso sí, con arrogancia.
En el vídeo se ven algunos espacios de
trabajo de Reason, durante la elaboración del tema. Otro día os contaré como
funciona: es decir, cómo hacemos para tocar los que no sabemos tocar.
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