Algunos amigos me instan a que haga más
entradas sobre temas ajedrecísticos, cosa que no creo que me anime a llevar a
cabo, por varios motivos. En primer lugar hay webs específicas de carácter
dedicado, con cientos de miles de partidas y problemas (un día haré una entrada
de enlaces), páginas con las que mis pobres recursos documentales y mis exiguos
conocimientos del juego, no pueden compararse sin grave desdoro para mis torpes
esfuerzos. En segundo lugar, el anecdotario personal y las curiosas historietas
que atesoro en este campo, tras varias décadas de ir haciendo bulto por
torneos, cuyo criterio de selección ha sido y será la cercanía a mi domicilio,
no tiene excesivo interés más allá del de los directamente implicados, que
suelen ser conocidos míos y a quienes ya he martirizado con esos chascarrillos
que, el deterioro neuronal producido por la edad, me impulsa a repetir una y
otra vez, con lo que pierden una gracia que acaso nunca tuvieron. Los jugadores
de ajedrez somos vistos, por el resto de la peña, como unos frikis, unos
raritos, cuyo incomprensible pasatiempo encubre algún grave complejo, o alguna
carencia psicológica que nos sitúa fuera del foco de lo que es interesante para
el público en general, así que debería ahorrarme la escena sobrecogedora e
hilarante del Gran Maestro Anthony Miles, sacando el televisor a la terraza
descubierta del hotel, para ver el programa de su elección a todo volumen,
mientras lo ambientaba la circundante noche de intenso aguacero con truenos y
relámpagos infernales. En tercer y último lugar no querría dar ningún sesgo de
ninguna clase a este blog, donde soy incapaz de comprometerme a escribir sobre
otra cosa que no sea la ocurrencia del momento (hoy sí, ajedrez).
Y del libro “1000 chess problems for
dummies”, que adquirí en Benasque y en cuyos tres primeros capítulos he
obtenido un 23 % de acierto, o sea que son fáciles, traigo tres ejemplos. Los
tres son del capítulo “problemas de mate” y, procurando un poco de variedad, he
escogido un mate en 3, un mate en 4 y un mate en 5, para ir graduando la
dificultad, o algo así. Siempre lo dan las blancas.
Mate en 3. Sencillez |
Mate en 4. Espectacularidad |
Mate en 5. Precisión |
En un mes o menos, colgaré las
soluciones, si no he perdido mi libro. Acaso haga una entrada con tiras de
Mafalda referidas al ajedrez, porque esta niña y sus amigos lo juegan, lo cual
incrementa mi ya rendida admiración por ellos y su circunstancia. Como
aperitivo, vayan dos que me parecen de las mejores. Invito a reflexionar sobre
los problemas y, aún más, sobre las tiras. I love Caissa, but she’s a whore.
:)
ResponderEliminarhttp://www.johnhartstudios.com/ckennel/strips/2013/september/ckn130920dc.jpg