sábado, 1 de octubre de 2016

Láminas De Aves 1

- ¿Las aves o no las aves? – Le pregunto a mi amigo el Resentido, distrayéndolo de la pantalla del móvil y de sus irresponsables apuestas en la liga eslovaca.

- Tú verás. Siempre que no sabes qué publicar, echas mano de esas láminas antediluvianas de tu Enciclopedia de Saberes Obsoletos. Harías mejor en irte a pasear, con esta tarde tan estupenda, en lugar de dar el cibercoñazo cuando no se te ocurre nada.


- Con el pollo que hay montado en el patio patrio, es mejor que no se me ocurra nada. Precisamente, a raíz del pollo, se me ha presentado lo de las aves.

- Pero si tú no sabes nada de las aves: incluso una cosa que les contabas a tus alumnos en clase es una falsedad radical.


El Resentido está en lo cierto: una de las aves favoritas de los niños es el avestruz, porque es muy grande (hasta 180 kilos de peso y más de dos metros y medio de altura), porque pone huevos grandes como sandías, porque corre muy rápido (90 km/h) y porque te puede reventar la cabeza de un picotazo. 

Entonces yo aprovechaba su interés para preguntar: ¿a que no sabéis de donde viene el nombre avestruz? ¿No? Pues mirad, cuando los exploradores europeos llegaron a la sabana africana, se quedaron pasmados ante semejante bicho. Uno de ellos preguntó a un nativo, “¿cómo se llama esa ave?” “Struz”, fue la respuesta del indígena. Así que se quedó en avestruz y, sólo mucho tiempo después, descubrieron que, en el idioma de aquellos nativos, “struz” significa “no lo sé”, porque en su mundo, antes de la llegada de los blancos, se suponía que cada animal en particular tenía un nombre individual, como vuestras mascotas; el indígena no conocía a aquel avestruz concreto y, por lo tanto, no sabía cómo se llamaba. Ese no, pero quizá otro sí.


Hoy sé que esto es una falsificación rayana en la tomadura de pelo, aunque la etimología real de la palabra también tiene su lado pintoresco: por lo que se ve, viene de la palabra latina “struthio”, adoptada de la voz griega “struthion”, que no es otra cosa que una abreviación de “struthiokamelos”. Y ahora, agárrate, “struthion” es gorrión y “kamelos”, camello. O sea, los griegos, que ya conocían el bichejo porque en aquélla época habitaba también en Oriente Próximo, lo denominaron “gorrión (grande como un) camello”. El nombre científico es struthio camelus, que confirma la explicación.

También es un fraude lo de que el avestruz mete la cabeza bajo tierra ante un peligro: ni se te ocurra verificarlo. Esa actitud, que combina cobardía e insensatez, tan común entre los políticos españoles, no refleja el comportamiento de un ave fuerte y rápida, que ataca a picotazos y patadas, o huye.


El resentido lee por encima de mi hombro el borrador de la entrada y hace ruiditos de desaprobación:

 - ¿Pero tú crees de verdad que alguien se va a tragar esas plúmbeas divagaciones? Pareces una parodia, en cortico, de Sheldon Cooper, el de Big Bang Theory, siempre con tus puñeteras puntualizaciones. Di que has subido dos láminas de colorines para que, el que quiera, conozca unas cuantas imágenes de aves y no te enrolles más.


Tiene razón, ahora iba a dar la brasa con el pavo real, pero quedáis amnistiados.

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