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miércoles, 7 de marzo de 2018

Bombachazo

Navegando por internet al buen tuntún, combino mis habilidades de navegandul y naveganso, con un puntito navegamberro y, tratando de desenredarme en la imposible maraña combinada de "news" y "fake news", tejida en torno a la extravagante convocatoria de huelga del 8 de marzo, me doy de morros con esta pintoresquísima imagen:


Analizada sin atender demasiado al contexto, parece la que un lunático machista hubiera diseñado para desacreditar a todo lo que rodea a tan polémica iniciativa.


Por una parte, siendo varón heterosexual como es mi caso, resulta difícil escapar al erotismo de la propuesta, pero consciente de que ya estoy un poco mayor, lo intentaré, sin dejar de señalar que las guapas modelos que posan son, hasta cierto punto, poco representativas de la masa de féminas llamada a parar mañana, puesto que el atractivo de su imagen (que no es casual) está por encima de la media, es decir, se cae en el sesgo pretendidamente denunciado por machista.


Dejaré aparte también un cierto aire, como de velo islámico, en las bragas usadas para tapar los rostros, porque es bien sabido la admiración que esa cultura despierta en los grupos feministas que jamás denuncian desliz machista alguno en tan igualitaria cultura.


No entrando pues en mi parecer "ciudadano" ni personal sobre la pertinencia o no del hemiparo anunciado para mañana, el cartelito me parece uno de los anuncios que más descrédito podrían arrojar sobre la iniciativa, si fuera observado por un testigo neutral, pongamos, un intelectual hermafrodita, aunque quizá no haya que acudir tan lejos para percibir que la imagen es francamente estrafalaria y ridícula. En cuanto al paro propiamente dicho, solo diré que ha producido mucho contento en mi hijo el pequeño, que tendrá un inesperado día de fiesta en el instituto porque "no va a ir nadie"; a los estudiantes les encantan las huelgas, son el grupo más fácilmente manipulable, perdón movilizable, cualquier oclocracia contará siempre con ellos.


Como, aunque nunca lo consiga, siempre intento ser ecuánime, busco el contexto concreto de la movilización a que se refiere el cartel y lo encuentro en un diario argentino (en tan bello país, las bragas son bombachas), al parecer, las trabajadoras escénicas de allí convocan una protesta para denunciar su situación laboral que imagino, sin esfuerzo, sujeta a las más variadas y evidentes discriminaciones, pues es frecuente entre las chicas de la farándula estar explotadas, mal pagadas y acosadas, salvo unos pocos centenares de casos que me vienen a la mente en este momento y que no son representativas del colectivo.



Aunque claro, si viéramos, señoras y señores, a unos maromos reivindicando que su masculinidad no fuera desdeñada, con la cara tapada por sus propios calzoncillos, se expondrían a ser tildados de exhibicionistas o de gilipollas y pensaríamos que se les había ido la pinza.

jueves, 1 de marzo de 2018

Mariano Y Concha Se Han Quedado Huérfanos

Todos los españoles de mi edad nos hemos reído, literalmente, miles de veces con el humor gráfico del muy prolífico y, a menudo, atinadísimo Antonio Fraguas, alias Forges, que ha pasado a mejor vida.


Lo de "a mejor vida" es puramente una sospecha, dado lo insatisfactoria que es ésta, aunque casi nadie la abandona de buen grado. Esta digresión viene a cuento de que Forges, uno de los dos máximos humoristas gráficos españoles de la segunda mitad del siglo XX (el otro es F.Ibáñez), tejió su copiosa obra humorística partir de la insatisfacción producida por ser un súbdito español durante el citado medio siglo: el país es insatisfactorio, la situación política es insatisfactoria, las relaciones humanas, en lo afectivo, en lo laboral, en la vida en común, son insatisfactorias y, a cuenta de ello, nos petamos de risa todos (y el ínclito Forges, el primero).






Una obra tan vasta, tan irregular, tan personal y tan graciosa, es merecedora de todos los homenajes que se le han tributado y, desde esta desnortada página, queríamos poner nuestro granito de arena. No obstante, el finado era muy polifacético y no sabemos por dónde empezar (ni si habrá más entregas). Ya veremos.




En lo personal, los chistes de Forges me hacían sonreir, me ponían de buen talante y me cautivaban con su personalísimo ingenio, unos más y otros menos; en sus últimos años de colaborador en El País, opino que había perdido buena parte de su chispa, pero claro, ¿quién puede ser agasajado por las musas con tantas décadas de lucidez? Lo mejor, para mí, estuvo en la crítica política ejercida en el tardofranquismo y en los primeros años de la transición, a través de unos personajes muy reconocibles, funcionarios y chupatintas, pertenecientes a unas clases medias, turulatas y casposas, que reaccionaban perplejas ante los vertiginosos cambios sociopolíticos en aquellos tiempos de sano descojono.





Luego, diversificó su repertorio, incorporando náufragos hambrientos, aviadores chapuceros, presos encadenados en mazmorras, lúcidos moradores rurales y variadísimos arquetipos, entre los que hoy quiero destacar a Concha y Mariano.




Mariano y Concha son una personalísima y celtibérica visión de la guerra de los sexos. Él es un señor bajito, enclenque y calvo, un varón sometido a la implacable férula de ella. Ambos representan la insatisfacción en las relaciones de pareja tradicionales. Concha la resuelve comiendo, lo que la lleva a una obesidad mórbida, o simplemente a estar gorda como una vaca, con lo cual se insensibiliza ante la frustración, convirtiéndose en una figura emblemática para feministas con sentido del humor (si tal categoría existiera). Mariano, calvo y sometido como acabo de decir, se refugia en el sarcasmo, la mordacidad, el exabrupto (foca, vacaburra, etc.) y, finalmente, en la impotencia, por cancelación de sus incumplidas ensoñaciones eróticas. No sé de qué eran paradigma esta pareja, igual sólo reflejaban la implacable devastación del paso del tiempo, pero calaron hondísimo en el inconsciente colectivo de una generación, la mía. Adiós Forges, macho, nos radiografiabas a la perfección.




miércoles, 14 de febrero de 2018

Huelga De Poetas En San Valentín

Esta madrugada había conseguido escribirte el poema definitivo. Todo el mundo sabe que resulta difícil escribir un poema de amor adulto sin que resuenen ecos de ñoñería, o cursiladas sonrojantes, o las más manidas frases sobre el corazón, las flores, la primavera, los atardeceres y otros recursos por el estilo, pero te prometo que lo había plasmado en el papel.

Con un tono sosegado y levemente elegíaco, había conseguido eludir el de aquellos versos tan relamidos que te envié el mes pasado y que, a su falta de originalidad, sumaban algunas carencias plásticas, descriptivas y estilísticas, respecto al amor que te profeso, que es mucho más de lo que en esas pobres líneas supe transmitir.


Un sentimiento tan intenso pide algo más novedoso que las rosas, algo más vital que los crepúsculos, algo más alegre que las gaviotas, algo más reciente que los arroyos, algo más sensual que los suspiros. Y me había esforzado en pulir la forma, en acomodar doce grupos de doce versos, en singularizar las emociones, en adaptar el tono lírico a la realidad de nuestras existencias cotidianas y sus anhelos.


Eliminé algunas rimas demasiado fáciles, canción con ficción, dictado con amado, vino con destino, después volví a revisar el ritmo de los versos, ajusté la acentuación para redondear algunos cuartetos y, finalmente, traté de eludir algunas influencias demasiado transparentes, el magisterio de Neruda en algunas imágenes, el de Luis Cernuda en el tono lírico general, la vena bombástica de Campoamor que, a veces, me sale por sorpresa.


Y esta mañana, a punto de dar las siete, gracias a un insomnio pertinaz y tras cinco horas de corregir, tachar y reelaborar, puse el punto final. Lo leí con incredulidad y di gracias, esta vez sí, a las musas que se habían acomodado a aquello que pretendía decirte y me habían permitido escribirlo tan diáfano y bello, que dolía el pecho y se humedecían los ojos... Pensé que, por fin tenía el poema que merecías.


Lo dejé sobre la mesa, mientras decidía si leértelo hoy por la tarde cuando estemos dando un paseo o reservarlo para el mes de octubre, cuando tenemos decidido celebrar los votos nupciales. 
Llamaron a la puerta y, mientras consideraba qué hacer me incorporé para abrir, extrañado ante quién  podría ser el que se permitía turbar el descanso del vecindario a una hora tan temprana.


Abrí la puerta sin excesivas precauciones y me topé con tres individuos malcarados, que llevaban pegatinas en el pecho “U.G.P”, leí, Unión General de Poetas, pensé, y el suelo se abrió bajo mis pies.

 - Compañero, sabes que hoy hay huelga de poetas en todo el ámbito estatal, formamos parte de un piquete ejecutivo.


 - Querrás decir informativo – contesté al que había tomado la palabra, un sujeto  fornido, con rastas y perilla teñidas de añil.


 - He dicho lo que he querido decir, listo. Que algunos reventáis las huelgas, escribiendo de tapadillo, y así la patronal y las fuerzas reaccionarias siempre se salen con la suya. Si esta vez no conseguimos un convenio de treinta céntimos por verso, cuarenta si incluye metáfora, siempre seremos unos explotados y unos pringaos. No hay que escribir una sóla línea hasta que nuestras justas reivindicaciones sean atendidas. Y a tí ya te tenemos calado de los paros anteriores, que escribes a tu aire, a tu puta bola, como si te hubiera venido aquello que llamaban la inspiración, y nunca respetas las necesidades y exigencias de la causa...


Mientras me endilgaba este rollazo, uno de sus camaradas se había introducido en la única pieza que constituye mi domicilio, la poesía no da para más, el lavabo y el váter son compartidos para todo el rellano, de sobra lo sabes.


 - ¡Aquí lo tenemos, compañeros! Este puto esquirol ha estado escribiendo un poema y bien largo, aún tiene la tinta fresca. ¿No nos irás a decir que esto es la lista de la compra?


El tipo enarbolaba orgulloso mi poema, comprimiendo y arrugando los folios. Exhibiendo su trofeo ante el de la barba añil que debía de ser el jefe, porque ordenó tajante:


 - ¿A qué esperas, Virgilio? Destrúyelo; las directivas son bien claras, hoy no sale ni una línea de poesía, va contra los acuerdos en firme de los comités del sector. Además éste está fichado y lo vamos a joder.



Intenté protestar dócilmente, aunque sabía que no había nada que hacer. El sujeto que no había intervenido hasta el momento, trató de consolarme:


 - Has tenido suerte de que no viniera el piquete de la "C.N.P.", ésos se hubieran presentado con una barra de acero en la mano y, con los antecedentes que tienes, te hubieran atizado un par de caricias en la crisma.


No tuve más remedio que darle la razón, los de la Confederación Nacional de la Poesía hubieran aprovechado de paso para destrozarme la habitación... Tampoco me esforcé en dejar claro que no era un sabotaje deliberado de la huelga, sino un poema de carácter personal, ¿para qué?


Cuando se fueron, dando un portazo y recalcando sus imprecisas amenazas, me quedé trastornado y con la mente en blanco. Pensé que podría haber sido capaz de memorizar el poema y esto me hizo sentir tan culpable como desvalido.


Para no presentarme sin nada en una fecha tan señalada, he bajado al Mercadona y te he comprado esta caja de bombones sin azúcar, tiene forma de corazón y me hace sentir un poco ridículo.


viernes, 5 de enero de 2018

Crónicas De Un Pueblo 3. Cabalgata De Reyes En Gurguzcullar Del Purejón

La comunidad del municipio virtual de Gurguzcullar del Purejón parece vivir sumida en un permanente enfrentamiento. El grado de consenso entre el vecindario de la red municipal es tan bajo que estamos perdiendo población a pasos agigantados. Muchos internautas se han censado en los vecinos municipios digitales de Grantajada y Cebollón en busca de mayor tranquilidad, porque en el nuestro salimos a polémica diaria. La cabalgata de Reyes, sin ir más lejos, ha sido este año motivo de una disparidad de criterios que ha derivado en reyerta internáutica. 

Era costumbre entre los usuarios con hijos pequeños, favorecer la publicación de una galería anual donde la secuencia fotográfica plasmaba a Melchor, Gaspar y Baltasar llegando con pompa y boato a Gurguzcullar, acompañados de sus cabalgaduras y pajes, portadores de varios gigabytes de regalos para los niños: videojuegos, películas de Pixar, canciones infantiles de reggaeton para los más calentorrillos, mandalas y dibujos para colorear... cosas así.


Hace ya unas cuantas temporadas que el aspecto reivindicativo y las apetencias por dotar de visibilidad a diversos colectivos han irrumpido en escena, tildándose la tradicional movida con camellos, reyes y pajes de constituir una comitiva retrógrada, trasnochada, casposa, carpetovetónica y facha.


Por supuesto, los tiempos evolucionan y la conciencia machista y patriarcal que puso en marcha esta ridícula y rimbombante parada, fue denunciada por el colectivo feminista en su artículo “Los tres Reyes Machos”. Así que se puso en marcha el cambio y, como es sabido, hace dos años, Melchora, Gaspara y Baltasara se pasearon en sus  airosos ponis. 



El año pasado, los Reyes de Oriente, fueron sustituidos por tres presidentes de Repúblicas Islámicas, para poner de relieve el imparable descrédito de la monarquía y la necesaria multiculturalidad de cualquier celebración no imperialista.

Este año, sin embargo, no ha sido  posible el acuerdo y cada una de las agrupaciones enfrentadas  ha decidido celebrar su propia cabalgata:


1.El colectivo antirracista ha puesto en marcha la suya, con los reyes blancos vetados: un esquimal y un indigena de la Amazonia han acompañado a Baltasar en su ronda vespertina de música étnica y regalos artesanales.


2.El comité antirrepresivo por la integración de todas las preferencias sexuales ha dotado a su cabalgata de la presencia de un exhibicionista (de descomunales atributos, por cierto), un necrófilo que aportaba un cadáver con el consentimiento de los deudos del finado y una dominatrix sadomasoquista vestida de cuero negro con tachuelas y provista de un látigo despellejador de siete colas.



3.Los de la asociación para la defensa de las tradiciones del occidente cristiano, montaban en tres alazanes blancos con sus impolutos uniformes del Ku klux klan de inmaculado Tergal y su llameante cruz en la que se leía “Powered by Repsol”.


4.Y, por último, los representantes de los partidos animalistas, para desagraviar a los otrora esclavizados mamíferos, cargaban en sus lomos unos orondos camellos de pelo tan brillante y sedoso que parecían gigantescos peluches, eso sí, dotados de la facultad de derramar ecológicas bostas (utilizables como calefacción no contaminante para niños desfavorecidos) y recibiendo, por tal motivo, el nombre de Cagalgata.


Cuatro cabalgatas, ¡cuatro! ¡Qué despilfarro! Pero, claro, tienen que estar representadas todas las sensibilidades contestatarias, ¿verdad?


domingo, 31 de diciembre de 2017

Feliz 2018

Sin escatimar recursos, la redacción de este blog ha mandado a su más afamado reportero gráfico a las mismísimas puertas del infierno, para obtener una imagen con la que deseamos felicitar el año que se avecina al suscriptor, al visitante y al simpatizante, a los tres; añadiendo, sin excesiva malicia, connotaciones de una sugerencia poco tranquilizadora: 2018 podría ser peor todavía que 2017.

Así que para que esto no ocurra, proponemos fruncir el ceño, tensar el cuello, contraer abdominales, apretar las nalgas y, en un esfuerzo combinado, gastrointestinal y respiratorio a un tiempo, vamos a apretar muy muy fuerte para rescatar el año entrante de los funestos presagios que lo envuelven y acompañan.



Tras relajarnos del intenso empujón, ya podemos consagrarnos a lo que hemos venido: Feliz 2018, que algunos de nuestros deseos se cumplan, que algunos de nuestros temores se soslayen y que haya un resto de esperanza en el fondo de la caja de Pandora.

jueves, 28 de diciembre de 2017

El Día De Los Inocentes

El abogado de oficio que me habían asignado parecía sinceramente perplejo.

 -Pero, hombre de Dios, ¿en qué estaba usted pensando? ¿Lo suyo es locura o estupidez? ¿Acaso estaba proyectando colgar un vídeo en Youtube para que sus amigos vieran lo memo que es, o estaba buscando que alguien le diera dos hostias?


 Me sorprendió que, pese a mi edad, no mucho más allá de la veintena y sin tomar en consideración mis pintas de retrasado, todos los que me conocen dicen unánimes “este chico parece un retrasado”, bueno, pues que el abogado cincuentón me tratara de usted y, aunque yo veía en su mirada una cierta conmiseración, no me apeó el tratamiento en los veinte minutos que estuvimos largando de lo mío.


El caso es que yo soy un enamorado, o más bien un fanático, del Día De Los Inocentes y de la más clásica de las inocentadas, el monigote de papel de periódico de toda la vida. Durante todo el día de ayer, estuve recortando periódicos: primero los doblo con un primoroso cuidado en forma de acordeón, para recortar de una sola vez tres o cuatro muñequitos totalmente simétricos. Luego les pongo una tira de celo en la cabeza, la doblo sobre sí misma para que no se ande pegando donde no debe y ya los tengo preparados; para mayor disimulo, los acabo ordenando en una carpeta.



Hoy por la mañana, como cada 28 de diciembre, salgo de casa con la carpeta en la mano, veo a un señor despistado y me hago el despistado yo también, saco el primer monigote como si fuera un documento que quisiera mirar, deshago la doblez del celo y paf, se lo planto disimuladamente en el gabán. Luego coloco dos o tres más a unos caballeros que están fumando en una terraza, me subo al 28 y allí endoso tres o cuatro más a algunos viajeros que van agarrados mirando al techo. Me bajo y, con el sigilo que me da la experiencia de años y años de trabajar la misma inocentada, me deshago de todos los muñecos menos uno, y es entonces cuando caigo en un detalle que me inquieta sobremanera: todas las víctimas de la sempiterna broma han sido varones, esta mañana y siempre. Toda la vida inocentes sólo del sexo masculino, desde que empecé a los siete años a colgar el papelito en las espaldas de mis compañeros. Esto me perturba, porque no sé si obro de esta manera por caballerosidad o por machismo. 


Así que, a bote pronto, decido endosarle el último a una fémina. Por la avenida hacia la plaza Aragón va una que me parece idónea, camina hablando por el móvil en voz más alta de lo normal y gesticulando un poco. Como considero que está en Babia, me acerco sigilosamente por detrás y le adhiero el monigote.


A continuación todo pasa tan rápido que me resulta difícil recordar la secuencia exacta. El grito y los ecos “¡me están acosando!””¡Un acosador! ¡Un acosador!” La pequeña multitud que se congrega con celeridad, me insulta y me zarandea. El coche patrulla que aparece de la nada, el policía que me introduce en él sin contemplaciones, la gente que pregunta “pero, ¿no lo van a esposar?” La llegada a los juzgados, que ahora están en las afueras... “¿Abogado? ¿Para qué voy a tener yo un abogado, si estoy estudiando un máster en robótica y, además, no me he metido en un lío en toda mi puta vida?”


Sin lugar a dudas, esta noche dormiré en el calabozo que comparto con dos yonquis desmejorados y temblorosos. Mañana, si hay suerte y dependiendo de cómo se tome la juez la denuncia, me pueden soltar, puesto que a todos parece golpearles la evidencia de que no soy peligroso: es casi seguro que, en nochevieja, me estaré tomando las uvas fuera, o eso me ha dicho el abogado que se va a encargar de mi defensa. Lo malo es que me van a echar del Colegio Mayor y, la fama que me va a colgar un incidente como éste, va a ser muy negativa. Estoy dudando si prefiero pasar por acosador o por imbécil.



“Muy probablemente por ambas cosas” ha rematado mi abogado, debe ser porque es el de oficio.

(© Prudencio Melgarejo. 2º Premio del concurso de microrrelatos de Gurguzcullar del Purejón.)

viernes, 13 de octubre de 2017

Entusiasco En Su Quinto Cumpleaños

La entrada de hoy se encamina a conmemorar los cinco años de este blog, a agradecer las 147.000 visitas, cifra ésta que sospecho muy inflada, debido al escaneo de los robots de búsqueda que transitan infatigables el internet, escudriñando qué se yo, los hackers de países remotos son inescrutables, registran páginas y páginas para indescifrables propósitos que, desde luego conmigo, dudo que alcancen, a no ser que vayan a la caza de fabulaciones de tercera clase.

Phelicidades a todos

147.664 visitas según el panel de Blogger

A los no-robots, gracias por leer o contemplar alguna de estas bienintencionadas excrecencias, gracias y pido disculpas por contribuir a duplicar cada pocos meses la dimensión del vertedero binario, parece una contaminación verdaderamente dañina, ésta.


Un blog casi tan global como El País

Cinco años y 633 entradas más tarde, sigo tan desorientado como cuando este blog inició su andadura, perdido, como un bacalao agitándose en la procelosa red internáutica, atrapado sin remedio; yo no sé que pretendía en octubre de 2012, pero fuera lo que fuese, he de confesar honestamente que no lo he alcanzado. Y ahora está además el tema de las luces que se extinguen, las del espíritu en la decepción y el desaliento, y las del cuerpo, en la ceguera progresiva. En el último trimestre de 2012 conseguí publicar 44 entradas, veremos si en el mismo periodo de 2017 llego a 10.


Ora et labora

Cinco años y 633 entradas más tarde soy mucho más pesimista respecto a lo que me rodea, por dentro y por fuera, y me requiere mucho más esfuerzo físico y anímico escribir y eso que, no lo creía posible a los 64 años, pero sí, he aprendido (de una vez) mecanografía, ejercitándome con un método de internet, quiero decir escribir usando todos los dedos y sin mirar el teclado, de otro modo ya no podía continuar: al mirar el teclado y la pantalla, las dificultades de enfoque y mi reducidísimo campo visual me imponían un ritmo de cuatro palabras por minuto.


Desde Monzón con Entusiasco y pasión

En cuanto a la temática, la pérdida del contacto cotidiano con la realidad de las instituciones educativas, el desencanto más funesto y absoluto con las realidades políticas y la progresiva retirada de la vida activa, reducen mi elenco a hablar del estado de mis vísceras y poco más. Al menos, los jubilados de la construcción van a las obras a entretenerse en la contemplación de su progreso, criticando los métodos modernos de excavar, cimentar, encofrar y poner ladrillos. Yo no soy capaz de distraerme yendo a las ventanas de un colegio a ver los modernos desempeños pedagógicos, además, a lo peor creerían que soy un pederasta.


Aquí preparo las entradas
Un blog con fotos irrepetibles, como ésta
(estos hermosos árboles ya no existen).
El camino sigue y hay que continuar.

viernes, 5 de mayo de 2017

Jaca. Primer Viernes De Mayo

La colorida y multitudinaria fiesta de ‘Viernes de Mayo’ es un recuerdo muy remoto, de la infancia que pasé en Jaca. Hace casi 50 años que no voy con este motivo a mi localidad natal y ahora, como me temo lo peor (respecto al devenir de las fiestas populares), me conformaré con una breve evocación, tan alegre como imprecisa, en lugar de ponerme a tiro de que la experiencia no refrende para nada lo que mi memoria atesora.

Y me viene a la mente una mañana muy luminosa (siempre hacía sol), y festiva (no había escuela). Y un desfile que despertaba una expectación inusitada, ni siquiera las fiestas mayores nos regocijaban tanto. A caballo, por el adoquinado, el conde Aznar y sus caballeros, que habían vencido a los moros con la estratagema de convocar a mujeres y niños tras las murallas de la ciudad. De este modo, los enemigos pensaron que los defensores a que se enfrentarían eran más numerosos de los que en realidad había. Buena parte de los cuales, además, se habían ausentado para luego tender una emboscada a su retaguardia. Total que les habíamos dado una sangrienta panadera y de aquí habían salido los mimbres de la cuna del reino de Aragón.


Esto nos contaban los maestros, ¿verdad histórica o leyenda? Ni lo sé, ni lo pienso averiguar. El caso es que el conde Aznar y su séquito paseaban a caballo con unas lanzas en cuya punta (¿lo recuerdo o me lo estoy inventando?) lucía el atrezo de unas ensangrentadas cabezas de caudillos moros, trofeos y testimonios de la victoria.



Detrás venía lo mejor: las cofradías de labradores y artesanos, todo varones, claro, con las escopetas al hombro. Esto de las escopetas era un anacronismo que no hacía la menor mella en el ánimo del espectador jaqués. Y además, había un arsenal, decenas y decenas, todos los participantes llevaban la suya. Los artesanos iban vestidos de pamplonicas: pantalón y camisa blancos, cinto y boina rojos. Los labradores se ataviaban como de baturros, con un sombrero que era una belleza: hojas y flores, cintas, abalorios y espejos... Entonces hubiera matado por tener uno.


Cada cien o doscientos metros se paraba el desfile y, por turno, labradores y artesanos disparaban al aire una nutrida salva con las escopetas. ¡Prrrruum! ¡Putum! Contra más concertada y uniforme era la salva, más vitoreábamos y aplaudíamos. Al final, cada año, una de las cofradías era declarada vencedora, aquélla en que habían disparado todos como un solo hombre.



Mucho olor a pólvora en las calles y una fiesta muy participativa, todos los zagales nos comprábamos, en almacenes El Siglo y otros bazares, unos artilugios que ningún adulto actual pondría en manos de un niño: unos hierros rectos como de ochenta centímetros, terminados en una punta, donde poníamos un detonante de cartucho (también los vendían) para podernos sumar al estrapalucio general. Los más cretinos los estallábamos junto a las medias de las mujeres, las faldas de las niñas, o los sitios donde el estropicio y la incomodidad pudieran ser mayores. Cuando terminaba el desfile, cantábamos a voz en cuello el “Himno del Viernes de Mayo” que he encontrado y reproduzco, porque es lo que ha dado lugar a esta entrada.



Obviamente, todo esto es anterior a los tiempos de la corrección política, la obsesión por la seguridad y la preocupación por la exactitud histórica, pertenece a una época más despreocupada y amante de las mixtificaciones. Cómo se desarrolle ahora, hoy, es algo que no sé y no voy a preguntar. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

Tres Años Sin Fumar (Pero Vapeando Con Ganas)

Empecé a fumar en el verano del 82. La pésima actuación de la Selección Española de Fútbol en el infausto Mundial del Naranjito me echó en brazos de la que, durante más de 30 años, sería una de mis adicciones favoritas. Un paquete diario, primero Florida, luego Chesterfield. En enero de 2014, estaba un poco harto del tema: me cantaba la caja (torácica) y las autoridades se habían puesto pesadísimas con la persecución de los fumadores. Fumar era casi tan impopular como cometer un acto terrorista; en algunas comunidades, más.

Había probado a dejarlo por las bravas. Era muy arduo (cualquier fumador lo sabe) y mis éxitos alcanzaban, como mucho, 40 días de abstinencia, hasta que volvía a echarlo de menos y, primero un cigarrito, luego uno al día, dos, tres... Y, clac, de vuelta al colectivo de adictos.
Cuando “se puso de moda”, hace tres años, abrieron una tienda de cigarrillos electrónicos en mi pueblo (y ahí sigue, “La Boutique del Vapeo”), me picó la curiosidad por probar una alternativa al tabaco y aquí estoy, con una nueva adicción, al parecer menos nociva, pero mucho más gratificante y divertida.


Mi kit favorito a día de hoy

Por un lado, no quiero hacer como el converso y cantar las excelencias de la nueva fe en lo saludable, entretenido y delicioso de aspirar densas nubes de vapor con aromas de vainilla, canela, regaliz o arándanos. Por otro lado, no puedo dejar de comprender que se trata de otra adicción y que saludable, lo que se dice saludable, hubiera sido dejar el tabaco y respirar el fresco y purísimo aire del Tíbet.


Una repisa con "atos"

Pero respecto de los vicios y caprichos que hacen llevadera la existencia, terminaré con un conocido chiste, uno que ya contaba Eugenio cuando empecé a fumar. Un hombre va al médico y éste, tras examinarle, comenta: “Le veo muy mal, como siga así cualquier día puede darle un infarto. Así que, de momento, nada de tabaco ni de alcohol. El café, con cuentagotas. La sal, ni probarla. Dulces y embutidos, prohibidos. Y el sexo, en fin, a su edad es más saludable para el corazón andar dos o tres horas diarias”. El paciente, muy preocupado, pregunta: “Doctor, ¿y de este modo usted cree que podré vivir más tiempo?” A lo que contesta el médico: “No tengo ni idea, pero, sin la menor duda, se le hará muchísimo más largo.”


Pues eso. Te enlazo a un vídeo que es de lo más serio que he visto sobre el fenómeno y su toxicidad relativa inferior a la del tabaco. Y a una encuesta, por si eres de los que han tenido la suerte de cambiar los humos por los vapores. Salud.


sábado, 31 de diciembre de 2016

Si Puedes Creer Lo Que Ven Tus Ojos

Pues sí, me tocó el cupón de la ONCE y, bueno, antes de irme a Tahití, huyendo de Montoro en mi nuevo yate, el Christina 2, quería darme un capricho de nuevo rico.

Así que alquilé una de esas avionetas que escriben mensajes en el cielo, una de la empresa “Monegros SkyTypers”, radicada en el polígono industrial de Ontiñena. Por un precio bastante asequible, pude despedirme de mis paisanos con esta espectacular felicitación que hago extensiva a todos aquellos que no se atraganten con las uvas, no entren en coma etílico con el champán y, en resumen, sobrevivan a esta vertiginosa noche.



Si puedes creer a tus ojos, cuando tú te tomes las uvas, en la playa frente a la que estaré fondeado, allá en la Polinesia, será la una del mediodía del 31 de diciembre, hará un sol de ensueño y al 2016 aún le quedarán once horas para disfrutar.


Feliz 2017, os dejo, que estoy viendo cómo la joven Pahura comienza a desprenderse del pareo.


viernes, 23 de diciembre de 2016

Entusiasco Os Desea Lo Mejor


El equipo de Entusiasco al completo, desde el mánager ejecutivo hasta el deshollinador no numerario y el limpiabotas con contrato temporal, reunidos en torno a nuestro árbol navideño (adquirido en un bazar chino por 15’99 €, de la partida destinada a mobiliario y enseres) hemos decidido por mayoría simple (con dos votos particulares) desearos a todos lo mejor de lo mejor.

Para empezar, unas Felices Navidades en 2016 y un opulento, propicio y floreciente año 2017, plagado de novedades tecnológicas que lleven la dicha a vuestros hogares y pletórico de salud, vigor y energía sexual (como es sabido, en éste y en otros campos, estamos contra la pobreza energética).

Uno de los votos particulares ha hecho hincapié en lo de desear, puesto que desear es gratis, tanto en lo material, como en lo anímico, mientras que querer (lo mejor para todos) conlleva algún esfuerzo y puede devengar algún coste que, debido a la actual crisis, no estamos en condiciones de afrontar.



El otro voto particular, insiste en que se haga explícito el destinatario del deseo, no bastando con decir “todos”; por lo tanto nos vemos forzados a concretar que los anhelos de que la paz y la felicidad colmen los corazones y los ánimos, se extiendan:

a hombres y mujeres de cualquier tendencia erótica o sin ninguna,

a los amenazados por la miseria y a los insensibilizados por la abundancia,

a los enfrentados en un conflicto, sin importar si su bando es el bueno o el malo,

a los creyentes en el niño Jesús, en el niño Mohamed, en el niño Moisés, en el solsticio de invierno, en las antiguas saturnales o, incluso, sin creencia alguna,

a los que van a celebrar algo y a los que no tienen nada que celebrar,

a los de cualquier credo político o nacionalidad, migrantes, apátridas o ciudadanos de la república independiente de su casa, de cualquier etnia, edad, sexo, estado civil o cultura, reconocida o no en los organismos internacionales.

¿Ha quedado claro? Pues Felices Fiestas en definitiva.




domingo, 27 de noviembre de 2016

Día Del Maestro 2016

Abro el Buscador de Google para ver si aún perdura el interés que he suscitado (como consumidor) con motivo del Black Friday, que me ha llevado a recibir más de cien correos interesándose por mi salud, mi bienestar, mi comodidad y mi calidad de vida, un desvelo inaudito si considero que hace casi tres meses que solicité una revisión de oftalmología en el mejor sistema sanitario del (tercer) mundo y aún estoy sentado, esperando respuesta... Dejo de divagar: abro Google y me encuentro un simpático “doodle” con lapiceritos que me recuerda que es el “Día del maestro”, cosa que, al hallarme retirado, había olvidado por completo.

El dibujo que me regaló Álvaro

En el paseo matutino le doy vueltas al tema: con un punto de melancolía y dos de amargura, me pregunto ¿por qué me hice maestro, en lugar de carnicero, delineante o electricista? ¿Tenía vocación? (Porque hace falta, palabra) ¿Fui un buen profesional?... A la primera pregunta, respondo con un casi obvio “porque me gustaba la escuela”, recuerdo con afecto y admiración a mis maestros, don José en Sabiñánigo y don Eusebio en Jaca, evoco con cariño la Enciclopedia Álvarez... Y la balanza se inclinó al final porque me dieron una beca (30.000 pesetas de 1969) que me posibilitó estudiar en la Escuela Normal de Zaragoza... Y no, no creo que tuviera vocación, ni que, sobre todo al principio, fuera un buen profesional, aunque “malmetiendo se aprende” y, con obstinación y paciencia, cualquiera puede llegar a hacer cualquier cosa, excepto pilotar un avión.


Pintura mural 1

Pintura mural 2

Consultando aquí y allá, accedo a un “Decálogo del maestro”, fruto de la experiencia pedagógica de la poetisa chilena Gabriela Mistral; como me hubiera gustado suscribirlo y haberlo tenido presente, lo comparto aquí:


Los ojos de Pilar

"Ama... Si no puedes amar mucho, no enseñes a niños.
Simplifica... Saber es simplificar sin restar esencia.
Insiste...Repite como la naturaleza repite las especies, hasta alcanzar la perfección.
Enseña... Con intención de hermosura, porque la hermosura es madre.
Maestro...Sé fervoroso. Para encender lámparas has de llevar fuego en el corazón
Vivifica... Tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser.
Cultívate... Para dar, hay que tener mucho.
Acuérdate... de que tu oficio no es mercancía sino que es servicio divino.
Antes...de dictar tu lección cotidiana, mira a tu corazón y ve si está puro.
Piensa...en que Dios te ha puesto a crear el mundo del mañana."


El selfie de la clase

Aunque a veces tengo lúgubres pesadillas relacionadas con la profesión que desempeñé durante 40 años, guardo un montón de buenos recuerdos, tantos que llenarían 200 entradas como ésta; ante la imposibilidad de convocarlos todos, me voy a decantar por dos de los malos, sabiendo que este proceder tiene más morbo y más gancho:


Colegio Menéndez Pidal L'Hospitalet

Si bien el “Día del maestro” se celebra en honor de San José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías y nacido a poco más de 20 kilómetros de aquí, yo tengo un mal recuerdo de su empresa: a los seis años me llevaron a los escolapios de Jaca, donde el padre S. me hacía llenar una doble página diaria de palotes. Yo le había dicho que ya sabía leer y escribir, lo cual era cierto, pero no parecía impresionarle en absoluto. Él se concentraba en la corrección: yo iba a su mesa con mis palotes y él sacaba un martillo (con mango y cabeza de madera, menos mal) de su cajón. Repasábamos los palotes y, por cada uno que hallaba torcido, me daba un “afectuoso” martillazo en los parietales. Menos mal que mis padres olvidaron de pagar las cuotas y, al cabo de tres meses, me despidieron de semejante institución, yendo a parar a las Escuelas Nacionales, donde ya no tuve ocasión de atesorar experiencias similares.


Colegio Menéndez Pidal L'Hospitalet años 80

El otro recuerdo inmundo data de 2010, cuando el ineptísimo mandamás del Ejecutivo nos rebajó un 5 % nuestras ya no demasiado fastuosas retribuciones. Pudimos seguir comiendo, claro; mucha gente perdió su empleo y lo pasó peor que los maestros en tan señalada crisis, por supuesto... Pero, amigo, si tú crees que cobras un salario por tu trabajo, algo con lo que se tasa monetariamente tu esfuerzo y resulta que lo que percibes es un obsequio, más o menos generoso, según el César de turno, pues claro, tienes que mover tu punto de enfoque, tu criterio y tu valoración de tu desempeño: ahora resulta que eres la mantenida del gobernante X.
Y ya no le das tanto gusto.