lunes, 2 de junio de 2014

Soy Falangista

Entre 1986 y 1992, un provocador llamado Pablo Carbonell, hizo las delicias de todos los gamberros y sinsustancias que poblábamos este malhumorado país, pergeñando un ramillete de canciones tan pachangueras como hilarantes. Unas eran más ocurrentes que otras, pero la mayoría denotaba un irresistible talento de cómico agitador, que tuvo incluso su momento de éxito masivo con “Mi agüita amarilla” o “Yo no me llamo Javier”.

En rebuscando en el baúl de los recuerdos, donde siempre me pasmo de lo bizarro que llega a ser este país, este paisaje y este paisanaje, he dado con ésta “joya” que me pasó desapercibida en su momento (1989) y que hoy me ha hecho tanta gracia que casi se me saltan los puntos de tanto reírme. Se titula “Falangista”, aunque no alude a la ahora escasamente apreciada organización política, sino más bien a su rama juvenil, la otrora ubicua y hoy desaparecida OJE (Organización Juvenil Española) en la que estuvimos inscritos (prácticamente por decreto) todos los chavales de mi generación, a los que tiene, por fuerza, que ser muy familiar la pintoresca burla expresada en la canción.

 
Bien es verdad que, incluso en los tiempos del tan alegremente olvidado totalitarismo, las chanzas sobre estos scouts a la española menudeaban. Había quien les cambiaba el nombre por OGE (Organización de Gilipollas Extraviados) y en lo más rancio de mi memoria se apolillan cánticos vejatorios de dominio público: Unos van en coche,/ otros van en moto/ y los de la OJE,/ uno detrás de otro./ Que tururururú, (3)/ que la culpa la tienes tú. /Unos fuman “Celtas”,/ otros “Ideales”/ y los de la OJE/ colillas de los bares./ Que tururururú, (3)/ que la culpa la tienes tú.

 
Aunque, como se ve, la desmemoria es un privilegio, hoy me he propuesto incordiar y traigo al candelero esta bonita canción para hostigar tu olvido.
 
 
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario