jueves, 14 de agosto de 2014

Hard Bach

Me prometí que no haría más entradas con videos musicales albergados en YouTube. En parte, porque colgar mis devaneos con la filarmónica de mi habitación en la citada página me daba mucho trabajo y, en parte, porque no conseguía dotarlos de un sonido satisfactorio. Probé con SoundCloud que es el gadget que se me abre aquí a la derecha en la página del blog. El sonido es, aprecio, mucho mejor, aunque el éxito ha sido parecido: más o menos el que tiene la delegación de “Jamón Guijuelo” en La Meca. Un despistado o dos le dieron al “play” y les debió sonar en los altavoces de la tablet o del portátil una tonadilla como de videojuego antiguo que soportaron durante once segundos. Ése es mi genio musical. Pero yo insisto. Y como dijo Groucho Marx: “estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros.” Así que vuelvo a YouTube con un tema que, más vale que lo confiese, no es música propia.

En el libro “Teclado para torpes aquejados de artritis” venía una partitura, convenientemente simplificada, del Aria de la Suite para Orquesta nº 3 de Johann Sebastian Bach, a cuyo espíritu decidí gastarle una broma. Abrí un secuenciador MIDI, empecé a cacharrear y este es el reverente resultado de mis esfuerzos y desvelos.

 
Creo recordar que, en la carpeta del “Ziggy Stardust” de David Bowie, aparece la siguiente advertencia: “Para ser tocado a un volumen máximo”. Pues eso: si no, aquí, no se sufre lo suficiente con el martillo pilón del bajo y los leñazos de la batería. Sigue tocando, me digo, lo importante es que a ti te guste. Y qué bien me lo pasé versioneando al alemán de la peluca, colegas.
 
 
   

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