miércoles, 25 de noviembre de 2015

No A La Guerra 2 (El Regreso)

“La violencia nunca ha solucionado nada.” Osama Bin Laden.
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.” Mateo 5 - 44. Palabras de Jesús, que el Santo Oficio hacía grabar siempre en alguno de los leños con los que se quemaba vivos a herejes, apóstatas, brujas, blasfemos y algún que otro endemoniado.

Nunca deja de sorprenderme la poca huella que cincuenta siglos de religiones monoteístas han dejado en la conciencia de los descendientes de Lucy (el homínido más antiguo conocido, de cuyo descubrimiento se cumplían ayer 41 años, felicidades yaya).

No es que otras religiones (incluyendo el positivismo) hayan tenido más éxito en adecentar este error evolutivo que es el ser humano, pero bueno, si tienes un dios que te exige poner en su altar el corazón palpitante de los enemigos recién degollados, debe estar dando saltos de contento, mientras que si tu dios es Amor, es llamado el Misericordioso y te ha hecho a su imagen y semejanza,  un calabacín sería adorado con mayor merecimiento.

Así que, a lo que parece, se avecina otra guerra, ¿o es la misma? Como decía el gran Gila, “Óigame, ¿la guerra del catorce? No, ésta es la del dieciséis, la del catorce es más abajo”.

 
¿Ayudaremos a los franceses o a los yihadistas? Según los que han convocado la manifestación del próximo sábado en la plaza del Museo Reina Sofía, “a ninguno y que gane el mejor”. A esta manifa madrileña estamos invitados todos los demócratas (incluido el señor Mas) y los islamistas de buena voluntad. La foto de las Antiazores se la harán, cual nuevo triunvirato de un tiempo nuevo, don Kichi, Colau y Santisteve, bajo las pancartas de “No A La Guerra” y “No En Mi Nombre” (un consejo, sería práctico traducirlas al árabe, digo, y tampoco estaría mal "Molan Los Que Se Inmolan") y luego los pacifiestas se irán a tomar unos callos y a cercar unas sedes del pepé o, mejor aún, de upeydé, que estarán más desguarnecidas.

¿Cómo vamos a ayudar a los franceses – quizá diga la señora Colau - si ellos nos trajeron los Borbones, contra quienes aún estamos embarcados en nuestra guerra, uy perdón, lucha popular de liberación nacional?

 
Pero la más expresiva ha sido esta vez la alcaldesa de Madrid que, a mí, me recuerda a la tía Leo de los antiguos anuncios de Avecrem, cuando ha manifestado: "Para evitar este terrorismo y cualquiera es fundamental trabajar muchísimo en lo que siempre se debe trabajar, para la paz, y es en el diálogo y en buscar alternativas para hacer posible que haya una empatía, para intentar ver en el otro a un ser humano, y hacer lo imposible para lo que lo llamo la educación para la paz". Me conmueve: la imagino sentada en una terraza, tomando una zarzaparrilla y espetándole este discursito al tío del Kaláshnikov… Cuando el intérprete del ayuntamiento de Madrid, le traduce estas bellas palabras al supuesto terrorista, al hombre, al ex agresor, se le humedecen los ojos y de ellos se desprende la venda que le ofuscaba al infeliz, en ese momento, aunque es un pobre marginado, decide sentarse y pagar él la ronda.

Claro que esto puede ocurrir un viernes por la noche y hallarse el intérprete disfrutando de su asueto, de weekend en Túnez. Entonces esa víctima de la exclusión social que empuña el AK-47, no se entera de nada, suelta la ráfaga justiciera y nuestra incomprendida regidora queda hecha un colador o mejor, dada su jerarquía, una inoxidable escurridera. Qué desastre, qué barbaridad, qué horror como dijo el bueno de François, no quiero ni pensarlo.
 
  

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