sábado, 14 de septiembre de 2013

Arrogancia

Una buena dosis de arrogancia se necesita si, como es mi caso, uno pone su empeño en perpetrar composiciones musicales y pretende darlas a conocer, aunque sea en un círculo muy reducido. Es sabido que los amigos se esfuman cuando vas a decirles que necesitas dinero, o que estás deprimido y te hace falta apoyo moral, pero mi experiencia asegura que la acción de esfumarse es más rápida y perentoria, cuando les comentas que tienes un nuevo tema musical acabado y quieres que lo escuchen. Uno de ellos me dijo: ¿eres famoso? Pues cuando seas famoso, me lo dices y ya lo escucharé en la radio. Cuando le dije a mi amigo el Resentido que me dedicaba a “componer temas musicales”, me contestó: “en mi pueblo también hay un chalao, el que vende los periódicos, que le dice al personal que él ha compuesto todas las canciones de Michael Jackson y que se las copiaron sin darle nada…”

Así que me dedicaría a otra cosa, pero está la arrogancia de por medio, que no me deja, y hoy aparezco con una especie de experimento fallido: es muy difícil imitar con un secuenciador (el programa Reason) a un conjunto de Rock, pero yo lo intento por enésima vez: dos guitarras, un órgano, un bajo y una batería, todo emulado, claro. Y como no me acaba de salir, plancho el estribillo con una secuencia electrónica, proponiendo una inarmónica e imposible fusión, un mestizaje disparatado. No sé qué significa, pero lo pasé muy bien. Eso sí, con arrogancia.

En el vídeo se ven algunos espacios de trabajo de Reason, durante la elaboración del tema. Otro día os contaré como funciona: es decir, cómo hacemos para tocar los que no sabemos tocar.
 
 
 
 

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