Hoy
tenemos al bueno de don Mariano de visita en casa de un vecino pobre pero
orgulloso, molesto, pero con el que es imprescindible llevarse bien. Vaya
planazo, otra vez. Además en la prensa nacional, con el protagonismo de
Bárcenas, no le han dado el menor relieve
Siempre
que uno de nuestros gerifaltes va de visita al país de la monarquía alauita,
nos da la sensación de que es como si fuera a rendir pleitesía, ya se trate del
Borbón, del Presidente del Gobierno o de cualquier Ministro, todos se muestran
zalameros y obsequiosos, haciendo que nos preguntemos cuál será la naturaleza
de los intereses que les llevan a dar tanta coba a un puñado de dirigentes, los
marroquíes, no particularmente democráticos ni amistosos.
A Rajoy no se le ve relajado con Mohamed VI |
Probablemente
será la mala conciencia por el pasado colonial, juzgado en nuestros días
unánimemente como algo bochornoso e impresentable, aunque nuestros vecinos
franceses, en los tiempos que corren, se hayan embarcado en una guerra de ecos
coloniales que nadie sabe a dónde los va a llevar, aunque no promete nada
bueno.
La
descolonización de Marruecos fue, por parte de España, una sucesión de
episodios desafortunados, cuando no vergonzosos o llenos de despropósitos. Para
la conciencia marroquí, esta descolonización no ha terminado y airean
periódicamente, o cuando tienen problemas internos de los que desviar la
atención, su reivindicación de Ceuta y Melilla. Una breve visita a ambas
ciudades, a través de Google Earth y sus enlaces fotográficos, puede dejárselo
muy claro al indeciso: las imágenes muestran inequívocamente dos ciudades
europeas. Haz la prueba.
Uno
de los episodios más olvidados de esta descolonización, fue la guerra de Ifni,
comenzada en 1957, perdida en 1958 y enterrada en el olvido. Hasta donde yo sé
solo ha tenido reflejo en la película de 1960, “Ahí va otro recluta”,
protagonizada por Jose Luis Ozores y en la que salen escenas bélicas de una
guerra que, casi nadie que haya visto la película recientemente, sabrá cuál es.
Cuando
yo era niño, se nos mostraba muy ufanamente en la escuela los restos del
Imperio Español, entre los que se contaba Ifni, capital Sidi Ifni, porque fue
nominalmente de soberanía española ¡hasta 1969!
El
caso es que el ejército marroquí atacó a los destacamentos españoles y los
desalojó de estos territorios hacia mediados de 1958. Entre otras muchas bajas (198
en total, casi todos legionarios) el vallisoletano brigada caballero legionario
Fadrique Castromonte y el vizcaíno caballero legionario Maderal Oleaga fueron
de los últimos caballeros laureados como caídos en batalla del ejército
español. Sé que suena pomposo, pero si hubieran sido ingleses, en su país se
les recordaría con el mayor orgullo.
Carmen Sevilla en Sidi Ifni. Nochevieja de 1957 |
Tan sepultada
en el olvido está la contienda de Ifni, tan ajena a la cacareada “Memoria
Histórica”, que hasta un diputado ¡de CiU! (lo soberanista no quita aquí lo
cortés ni lo valiente) hace bandera de esta triste guerra en el Congreso, para
reconocer a “estos viejos soldados”, (los pobres excombatientes tendrán
alrededor de 80 años). Y expone su demanda: “Existe una asociación de
expedicionarios de la guerra de Sidi Ifni, presidida por el señor Josep Riatós,
que pide un mínimo reconocimiento moral o económico.” El presidente del
Congreso, dando muestras de su acendrada sensibilidad patriótica le responde: “Debe
terminar, señor Xuclà.”
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