miércoles, 6 de febrero de 2013

Potente Helada En El Soto De La Pinzana

Con este invierno tan suave que estamos teniendo y que, me quisiera equivocar, pero parece que ya amenaza con acabarse, me ha dado por echar de menos el frío de verdad y he rescatado unas fotos que hice en el soto de la Pinzana a finales de diciembre de 2005 y a comienzos de enero de 2006. Escalofriantes (en sentido estricto).
 
 
Cuesta creer que por estos lares hiciera tanto frío, pero así es: helaba durante las veinticuatro horas del día, hasta seis u ocho bajo cero, diez durante la madrugada.
 

No había caído un solo copo de nieve. La blancura de las ramas era debida a la escarcha.
 

El silencio era una versión atenuada del propio silencio, del más callado. No había ni un alma contemplando el helado espectáculo.
 
 
Hasta el reloj parecía que se había detenido con el frío. La luz era amortiguada y gris, como si durante todo el día estuviera amaneciendo.
 

Hice una veintena de fotos con una Panasonic Lumix que tiritaba como yo y apenas se atrevía a funcionar. Las he reducido y les he dado un aumento leve del contraste con Photoshop, antes de compartirlas aquí. Podemos imprimirlas en láminas de hielo, para felicitar las próximas navidades.
 

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