Es
música hecha con ordenador, pero no la hace el ordenador. Tengo que decirle al
programa (Reason) que quiero un violín, un chelo, una trompeta; que quiero que
toque estas notas, esta melodía, estos acordes; de este modo, durante estos
compases… Me hace caso, cosa que no haría un instrumentista de verdad, aunque,
claro, no pone el mismo sentimiento ni la misma destreza. Luego hay que combinar
pistas y las pistas de tipo orquestal son endemoniadamente difíciles de mezclar
sin que pierdan definición, nitidez, detalles… Es tan complicado como
divertido: sobre todo si encuentras un sonido de cantante alienígena, para
rematar el final del tema, con un toque misterioso, como aquella diva
interplanetaria que salía en la película “El Quinto Elemento”.
Conecta
el ordenador a un buen par de altavoces y ponlos a tope, a ver si contactas en
la Tercera Fase.
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