Aprovecho la cercanía del día de Difuntos para expresar un recuerdo a los que ya no están entre nosotros, a los que sólo viven a través de nuestra memoria, o quizá habitan un recóndito paraje del que nada sabemos.
LA VUELTA AL HOGAR
¿Quién sabe si morir no es irse a casa?
Pues forasteros somos en la vida,
nos reclama una patria desmedida
y una negra nostalgia nos traspasa.
Burlamos el hastío que rebasa
nuestra existencia torpe y encogida
con un esquivo goce que nos descuida
y un necio afán que al cabo, nos arrasa.
¿Quién sabe si esta vida que apretamos
no es una travesía por la pena
en busca del lugar de los lugares?
¿Quién sabe si al morir no retornamos
a una rutina más dulce y serena,
al más nuestro de todos los hogares?
LA VUELTA AL HOGAR
¿Quién sabe si morir no es irse a casa?
Pues forasteros somos en la vida,
nos reclama una patria desmedida
y una negra nostalgia nos traspasa.
Burlamos el hastío que rebasa
nuestra existencia torpe y encogida
con un esquivo goce que nos descuida
y un necio afán que al cabo, nos arrasa.
¿Quién sabe si esta vida que apretamos
no es una travesía por la pena
en busca del lugar de los lugares?
¿Quién sabe si al morir no retornamos
a una rutina más dulce y serena,
al más nuestro de todos los hogares?
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